Di Canio y el peligro de ganarse una mala reputación

Di Canio y el peligro de ganarse una mala reputación

Escrito por: Javi    3 abril 2013     2 minutos

El italiano Paolo Di Canio fue un delantero que llegó a jugar en grandes equipos de la liga italiana como el Lazio, el Milan, la Juventus y el Nápoles y que llegó a jugar en la Premier League. Sin embargo, ni por su trayectoria deportiva ni por el más de centenar de goles que llegó a marcar se recuerda a este ex-futbolista, y sí por sus actitudes y sus ideologías.

Di Canio se ha mostrado abiertamente partidario del fascismo, seguidor del dictador Benito Mussolini. Así lo lleva tatuado en su cuerpo, así lo demuestra celebrando goles realizando el saludo romano, o perteneciendo también a grupos de ideología fascista o nazi. Nunca se ha escondido, nunca ha ocultado esta predilección política, y por eso nunca ha estado libre de polémica.

Ahora Di Canio quiere hacerse un nombre en los banquillos, y claro, toda esta fama que se acarreó como jugador le persigue. ¿Se acuerdan del caso Salva Ballesta tras el fichaje de Abel Resino por el Celta de Vigo? A Salva no lo querían en Vigo por su forma de ser y su forma de ver las cosas, y a Di Canio le viene a pasar casi lo mismo, con la diferencia de que él si ha conseguido el contrato.

Tras dos años entrenando al modesto Swindon Town, un equipo que juega ahora en la League One, Di Canio es el nuevo entrenador del Sunderland. A los aficionados del Sunderland lo que más le preocupa ahora mismo es la situación deportiva del equipo, jugándose la permanencía en la categoría sólo 1 punto por encima del descenso, pero algunos no han podido evitar anteponer la política con el deporte.

Le pasó en el Swindon Town y le pasa ahora con el Sundenlard. Di Canio tiene el rechazo de buena parte de la afición y también el de dirigentes o personas bastante allegadas al club y de ideologías alejadas del fascimo. Su llegada al Swindon Town provocó la marcha de uno de los patrocinadores, y su llegada al Sunderland ha provocado el enfado de la Asociación de Mineros de Durham, una entidad ligada al club desde siempre y que ahora piensa en quitarse de en medio ante esta situación.

Lo que pasa a Di Canio es lo que uno se busca tras ganarse la reputación que se ha ganado el italiano, con un currículo bastante importante de hechos reprobables. Está claro que no está bien mezclar la política con el deporte y menos a la hora de valorar a un candidato para un empleo, pero si el primero que no ha separado lo uno de lo otro ha sido el propio Di Canio, entonces acabáramos.