Giro de Italia 2010: victoria de Belletti en Cesena, la casa de Marco Pantani

Giro de Italia 2010: victoria de Belletti en Cesena, la casa de Marco Pantani

Escrito por: Javi    21 mayo 2010     2 minutos

Los Dolomitas están a la vuelta de la esquina, por eso hoy el pelotón ha decidido tomarse un respiro durante el transcurso de la decimotercera etapa del Giro de Italia 2010. Una etapa que terminaba en Cesenatico, hogar de nacimiento del malogrado Marco Pantani tristemente fallecido en febrero de 2004, y curiosamente también hogar del ganador de la etapa de hoy, Manuel Belletti (Colnago), un joven ciclista italiano de sólo 24 años.

Normal que en el podio no pudiera aguantar las lágrimas. Belletti fue el mejor de una numerosa fuga que se formó aproximadamente en el kilómetro 60 y en la que se colaron hasta 17 corredores, entre ellos dos españoles, Joan Horrach (Katusha) e Ibán Mayoz (Footon Servetto). La cabeza de carrera llegó a gozar de hasta 9 minutos de ventaja sobre un pelotón comandado tranquilamente a ratos por Liquigas, a ratos por Caisse d’Epargne, a ratos por Saxo Bank, el equipo de la maglia rosa.


Estaba claro que el ganador de la etapa estaba dentro de ese grupo, por eso hubo mucho movimiento a falta de 40 kilómetros a meta, con Ibán Mayoz siendo uno de los más combativos de un grupo que al final no se rompería. Sin embargo, el ciclista guipuzcoano se tuvo que conformar con la segunda posición porque en el último kilómetro el italiano Belletti fue sorprendentemente el más fuerte, incluso superando a un gran llegador como es el neozelandés Gregoru Henderson (Sky).

Los corredores se han reservado pensando en los 205 kilómetros y en la tachuela que se van a encontrar mañana: Monte Grappa, un puerto de primera categoría de 1’5 kilómetros de desnivel al 8% de promedio, con rampas al 14% y muchas curvas por el camino. Tras los 19 kilómetros de subida, restarán aún 60 hasta meta, así que o bien vemos una gran jornada de ciclismo si los corredores ponen de su parte, o bien se reservarán pensando que el domingo puede ser aún más duro.

Vía | La Gazzetta