Juande Ramos se corona en Wembley

No se imaginaban los dirigentes, jugadores y afición del Tottenham que gran operación realizaban cuando fichaban a Juande Ramos en octubre pasado. En cuatro meses escasos ya ha conseguido el primer título para los Spurs. ¡Qué tiemble la Uefa que ahí van Juande y sus chicos!

Desde el 1999 no celebraban un título los de White Hart Lane. Por fin lo consiguieron y merecidamente. Fueron los únicos que salieron a ganar de cara el partido, presionando y buscando la portería rival. El Chelsea parecía que no se estaba jugando una final. Estaban agazapados atrás pero sin presionar y sin buscar con ansias de victoria la portería rival. Avram Grant situó a Anelka en una banda y dejó a Drogbá sólo arriba. Parece que cuando se fue Mourinho se llevó con él la agresividad, la presión y la lucha que caracterizaba a este equipo.

Lo que aún tiene el Chelsea son jugadores inteligentes, como Drogbá. El marfileño lanzó su primera falta fuera, intentó colocarla en la escuadra del lado del portero y le salió desviada. Sin embargo pudo ver como el portero del Tottenham, Robinson, ¿no hay otro mejor, Juande?, se escondía detrás de la barrera y ni se movía, contemplando como el balón salía fuera. A la segunda falta que tuvo Drogbá en la misma posición, no perdonó. Volvió a tirar hacia el lado del portero, esta vez no se molestó en tirar demasiado fuerte, y la coló. Robinson volvió a quedarse detrás de la barrera sin moverse, si acaso un poco hacia el lado contrario del lugar por donde entró el balón, inconcebible. Todo esto ocurría en el minuto 39.

Este absurdo error le dio una inmerecida ventaja a los blues, que si ya salieron conservadores, se multiplicaron en esta función. Los hombres de Juande no cejaron en su empeño, tenían hambre de título, y consiguieron empatar en el minuto 70 gracias a un penalti, transformado por Berbatov, por unas manos dentro del área. Este gol levantó el ánimo del Tottenham que siguió buscando el triunfo. Lo tuvo Zokora en sus pies por dos veces, se quedó delante de Cech y lo que hizo fue estrellar el balón en la cara del portero checo, recogió el rechace y lo envió por encima de la portería. Extrañamente el Chelsea seguía sin reaccionar.

En la prórroga pues todo igual. Unos querían ganar y otros no sabemos lo que querían. Lo que tenía que pasar pasó, llegó un extraño remate, más bien un despeje de Cech que golpea en la cara de Woodgate y 2-1 para el Tottenham a los cuatro minutos del tiempo extra. No fue el gol más bonito para ganar la final, pero a los Spurs seguro que les trae sin cuidado. Sólo en ese momento el Chelsea se enteró de que estaba en una final y la perdía. Era demasiado tarde y pese a su presión final no obtuvieron premio, hasta Robinson se enmendó de su fallo en el gol del Chelsea sacando un balón con el pie a remate de Kalou a poco del final.

Al final el fútbol fue justo, casi siempre lo es, y ganó el único que realmente quiso ganar y que jugó para ello. Defraudó por completo el Chelsea, Abramovich se estará preguntando para que se gasta tantos millones y en que demonios estaría pensando cuando despidió a Mourinho.

Por su parte el Tottenham ha demostrado que tiene un buen potencial, ganó mucho en la defensa con la llegada de Woodgate, en el medio campo Jenas tiene mucho potencial para seguir creciendo, Malbranque y Lennon son dos puñales por las bandas, y la pareja formada por Keane y Berbatov dará mucho que hablar; y que con Juande trabajando con tranquilidad y tiempo (ambas cosas se suelen dar en Inglaterra) puede llevar a los Spurs a ser una alternativa al dominio de los cuatro grandes.

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