Lewis Hamilton campeón mundial en la última curva

No se le puede pedir más al desenlace de un mundial. Sobre todo emoción, ya que hasta las últimas curvas no se ha decidido el mundial de pilotos. El Gran Premio de Brasil 2008 será recordado como uno de los más espectaculares de los últimos tiempos. Si con el del año pasado no tuvimos suficiente, éste no le anduvo a la zaga.

Cuando Felipe Massa cruzaba la línea de meta en primera posición, era el virtual campeón. Lewis Hamilton era sexto en el último giro, teniendo a Sebastian Vettel y Timo Glock por delante. En Ferrari incluso ya celebraban el título de su piloto. Su alegría era irreal. Para su sorpresa, Hamilton no entraba en sexta posición, sino en quinta, con lo que se proclamaba campeón. Timo Glock pagaba el precio de ir con neumáticos de seco en las últimas vueltas y tanto Sebastian Vettel, que por entonces rodaba quinto, como Lewis Hamilton, que iba sexto, le adelantaban en la última curva antes de pasar por meta. Ver para creer.

Antes de que diera comienzo la carrera la lluvia hacía acto de presencia causando el retraso de la salida. Todos se veían obligados a cambiar las gomas de los monoplazas y el comienzo se posponía diez minutos para que calzaran los neumáticos intermedios.

La salida fue muy cómoda para Felipe Massa que podía conservar la primera posición sin problemas. Segundo se mantenía Jarno Trulli y tercero Kimi Raikkonen. Lewis Hamilton tampoco tenía muchos problemas, pero por detrás hubo baile de posiciones. Fernando Alonso perdía una posición en favor de Sebastian Vettel, pero a su vez el español intentaba dar rienda de Heikki Kovalainen. Le costó trabajo, aunque consiguió su propósito.

Cuando el trazado empezó a secarse, los pilotos optaron por montar neumáticos de seco. Sebastian Vettel y Fernando Alonso se aprovecharon al ser los primeros en hacerlo para avanzar posiciones. Felipe Massa mantenía la primera plaza, pero el alemán se alzaba a la segunda y el español a la tercera. Lewis Hamilton se veía relegado a la sexta posición, que no le valía para conseguir el título. Tenía por delante a Giancarlo Fisichella que le taponó durante unas cuantas vueltas. En una maniobra un tanto arriesgada le sobrepasaba y volvía a ser el virtual campeón del mundo.

Con las diferentes estrategias de Vettel y Alonso, ya que el alemán iba a una parada más que el español, éste último se situaba en la segunda posición en el segundo repostaje del primero. Alonso tenía el podio en la última prueba del mundial al alcance de la mano.

Cuando quedaban quince vueltas para la conclusión, la lluvia volvía a ser una amenaza. Y así fue. A unas seis vueltas para el final, todos los pilotos optaron por volver a montar gomas de lluvia.

Las posiciones de cabeza permanecían invariables, pero Vettel ponía en jaque la quinta plaza de Hamilton. El alemán se acercaba peligrosamente al inglés, aunque no encontraba el momento para adelantarle. Hasta que apareció Kubica como un cohete para desdoblarse. El polaco literalmente se comió a ambos, con la fortuna de que Vettel se aprovechó del hueco que le dejó Hamilton para sobrepasarle. El piloto de McLaren-Mercedes volvía a tirar por la borda el mundial en los instantes finales de la prueba. Se le ponía muy cuesta arriba recuperar la posición respecto al de Toro Rosso.

Felipe Massa veía ondear la bandera a cuadros siendo el virtual campeón del mundo. En Ferrari estallaban de alegría. La decepción vino en la última curva cuando Vettel y Hamilton enfilaban la recta de meta. Timo Glock, que rodaba cuarto por aquel entonces, tenía serios problemas al ir con ruedas de seco. Casi no podía mantener el coche en pista, y Vettel y Hamilton le pasaban a escasos metros del final. ¡Y Lewis Hamilton se convertía en el campeón del mundo de pilotos de 2008! Fue algo increíble y no salí de mi asombro. Al vislumbrar la escena por televisión daba la impresión de que era un doblado, pero no, era el Toyota que rodaba en cuarta posición.

Vía | Autosport

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