NBA: Noah, el sueño de jugar en New York se tornó en pesadilla

NBA: Noah, el sueño de jugar en New York se tornó en pesadilla

Escrito por: Javi    1 abril 2017     2 minutos

Desde que aterrizó en la NBA, Joakim Noah tenía el sueño de jugar en los New York Knicks, el equipo de la ciudad en la que nació. Su sueño de vestir la camiseta blanca en el Madison Square Garden se cumplió este verano y gracias en parte a la llegada de Derrick Rose a la franquicia de New York, pues su compañero en los Chicago Bulls intercedió para que los Knicks apostaran por Noah.

Pero el sueño tardó poco en tornarse en pesadilla. Los Knicks apostaron fuerte para complacer a Rose y le dieron a Noah un contrato de 72 millones de dólares a cobrar en las próximas cuatro temporadas. Demasiado peso sobre las espaldas de un jugador que, a sus 32 años, ya había dado muestras de encontrarse en un evidente declive físico: la temporada anterior apenas había jugado 29 partidos, y saliendo desde el banquillo.

Casi que, como era de esperar, las rodillas de Noah no han dado para mucho de sí y solamente ha jugado 46 partidos de la temporada regular con los New York Knicks, con una media de 22 minutos por encuentro. Aparte de sólo haber podido contar con él media temporada, sus registros estadísticos han sido prácticamente los peores de su carrera: 5 puntos, 8’7 rebotes y 2’2 asistencias por partido.

Para terminar de coronar un año desastroso, tanto en lo personal como en lo colectivo pues el proyecto de Jackson en los Knicks sigue sin arrancar, se conoció días atrás que Noah fue sancionado por dopaje. La NBA anunció que el jugador francés se saltó el programa anti dopaje de la liga usando un medicamento prohibido, situación que el pívot de los Knicks ha justificado en un intento desesperado de corregir sus problemas físicos cuanto antes.

Los Knicks tratarán de dar de alta a Noah (siempre que un médico de la NBA de el visto bueno) y que así se pierda algunos de esos 20 partidos de sanción en lo que resta de temporada. Mientras tanto, los aficionados españoles al baloncesto inevitablmente se acuerdan ahora del padre de Joakim Noah, Yannick, y de su curiosa obsesión por el dopaje y los jugadores españoles.


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