NBA: La vuelta de Ricky Rubio se está prolongando más de lo previsto

NBA: La vuelta de Ricky Rubio se está prolongando más de lo previsto

Escrito por: Alberto    23 enero 2015     2 minutos

Sigue sin confirmarse la vuelta de Ricky Rubio a las canchas. Al base español se le torcieron las cosas (y el tobillo) a principios de noviembre, y desde entonces varias han sido las especulaciones sobre su reaparición, hecho que aún no ha sucedido y que veremos cuándo ocurre finalmente.

El del Masnou no está teniendo suerte con las lesiones en su aventura en la NBA y esta temporada tampoco no ha sido una excepción. Las cosas pintaban bien para Ricky al comienzo del curso ya que la directiva le había señalado como el faro de los Wolves, convirtiéndole además en el jugador mejor pagado de la franquicia. Se trataba de una oportunidad de oro para el catalán de echarse el equipo a las espaldas ante la ausencia de Kevin Love, y aunque su inicio fue esperanzador (9’4 puntos, 5’6 rebotes, 10 asistencias y 1’2 robos por partido, con un aceptable porcentaje de tiro del 42’6%) en una entrada a canasta él solito se dobló el tobillo.

El parte médico señalaba que no había rotura alguna, sólo esguince, aunque de grado severo. El equipo le dio de baja de forma indefinida pero se esperaba que en dos meses pudiera reaparecer. No ha sido así y Ricky permanecerá en el dique seco más tiempo, tal y como anunciaba su entrenador, Philip Saunders.

Saunders declaró hace poco que el base español “todavía no va a volver con el equipo debido a que la lesión había sido más grave de lo esperado, ya que ha afectado a otros músculos y ligamentos que llegan hasta el pie y eso ha provocado que la recuperación sea más lenta”. El entrenador también quiso señalar que “no se trata de que Rubio no quiera jugar o no esté poniendo de su parte todo para recuperarse, el problema reside en el tipo de dolencia que sufre”.

Deseamos que su vuelta no se demore mucho aunque lo más importante es que se recupere al 100% ya que esta temporada volverá a ser de transición para su equipo, unos Wolves anclados en la última posición del Oeste y con el segundo peor récord de la liga (7-34).


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