Ronaldinho, un lastre para el Barcelona

Ronaldinho, un lastre para el Barcelona

Escrito por: Damian    11 febrero 2008     4 minutos

La actual situación de Ronaldinho es una pesada carga para el Barça. Esta situación, que no beneficia a ninguno de los dos, está perjudicamente notablemente el rendimiento deportivo del club catalán.

Ronaldinho alcazó su culmén el 19 de noviembre de 2005, cuando salió del Bernabeu ovacionado por la afición merengue. Aquel día el astro brasileño impartió una lección magistral en el estadio del máximo rival, anotó dos goles antológicos y volvió loco a todo el Madrid. Como si de una maldición se tratara esa ovación significó su decadencia. El conjunto catalán firmó una temporada histórica ganando Liga y Champions liderado por Ronaldinho.

Todo cambió en el verano del 2006. El club y los jugadores azulgranas coleccionanban galardones colectivos e individuales, pero comenzaba a perder títulos de forma inexplicable. Primero fue la Supercopa de Europa ante el Sevilla por un abultado 3-0. Desgraciadamente en Can Barça decidieron no darle demasiada importancia a ese primer fiasco.

Una vez comenzada la liga las aguas parecían volver a su cauce y el Barcelona estaba realizando una buena campaña, luchando por el título de liga con el Sevilla y el Real Madrid. Y llegó el Mundial de clubs, título que todavía no tenían los azulgrana y que querían a toda costa. Sin embargo en una decepcionante final sucumbieron ante el Internacional brasileiro en el que desputaba un joven Alexandre Pato, ahora en el Milán. La derrota por 1-0 sentó muy mal a los culés y comenzaron su calvario particular.

Primero fue el cruce de declaraciones entre Ronaldinho y Eto’o. Acusando el camerunés al brasileño de entrenarse poco y luchar menos. Estaba claro que el ambiente en el vestuario no era el más adecuado para una lucha común por conseguir los objetivos en juego.

Poco a poco el juego del equipo entró en un declive evidente. De ser una apisonadora la temporada pasada, con unos jugadores que presionaban como posesos al equipo rival sin dejarle respirar; pasaron a ser un grupo de jugadores desbordados por el rival y al que era muy fácil crearle ocasiones de gol. Los reveses comenzaron a llegar. Fueron eliminados de la Champions por el Liverpool, en Copa del Rey llegó la debacle de Getafe, donde fueron goleados por 4-0 y eliminados en semifinales, después de haber vencido en la ida por 5-2 a los azulones.

Para más inri vieron como en la liga eran superados a última hora por el Real Madrid que les consiguió remontar lo imposible. Al final de la temporada el Barça, que partía con la ilusión de seguir haciendo historia, acabó sin ningún título en su haber y con una gran división interna.

Muchos culpaban al astro brasileño de dejar de lado su preparación para dedicarse a otros menesteres más productivos para su bolsillo. Aún consiguió maquillar sus números marcando 21 goles, muchos de ellos a balón parado, pero su aportación al juego colectivo del equipo era cada vez menor, pasando la mayor parte del tiempo en viajes y en el gimnasio que entrenando con sus compañeros.

La directiva de Joan Laporta tuvo todo un verano para reconducir la situación visto el fiasco de la temporada anterior. Se planteó la venta de Ronaldinho, el Milán de Berlusconi estaba dispuesto a tirar la casa por la ventana. No se atrevieron. La venta del jugador, aún considerado el mejor del mundo, sería una medida antipopular. Decidieron mantener el problema sin atajarlo y este se hizo cada vez mayor.

Ahora tienen un jugador que resta en vez de sumar cada vez que juega, si es que lo hace. Rijkaard ha decidido dejarlo en el banquillo, aunque tenga las bajas de Eto’o y Bojan, y ya no sabe que hacer con él. Además cada vez que sale le da más argumentos a sus detractores como ocurrió el sábado en Sevilla. Incluso ya no le salen los tiros de falta.

Veremos como acaba el caso Ronaldinho, pero está claro que el Barcelona tiene un jugador que cada vez vale menos y que a él cada vez le sale más caro.


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