Los Boston Celtics, con un balance de 12 victorias y 23 derrotas, tienen pensado empezar de nuevo. El traspaso de Rajon Rondo a los Dallas Mavericks sólo era el primer paso de los que tiene previstos dar el director deportivo del equipo, Danny Ainge. Los siguientes movimientos han sido traspasar a Jeff Green, uno de los mejores que quedaba en el equipo, y a Brandan Wright.
Lo de "los Celtics van a traspasar a Rajon Rondo" se había convertido en el nuevo "los Lakers van a traspasar a Pau Gasol". O sea, en una noticia redundante en la NBA pero que nunca llega. La diferencia, al final, es que lo de Gasol nunca llegó (terminó yéndose, sí, pero como agente libre, no como traspasado) y lo de Rondo sí ha llegado, pues por fin los Celtics le han traspasado.
Últimamente se habla más que nunca en la NBA de los Big Three, es decir, de un gran trío, tres grandes jugadores, tres estrellas que juegan en un mismo equipo. A lo largo de la historia, ha habido muchos grandes tríos como los recientes que formaron LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh en Miami Heat o Ray Allen, Paul Pierce y Kevin Garnett en los Boston Celtics, pero en esta ocasión vamos a quedarnos con sólo tres, los tres tríos que han alcanzando juntos un mayor número de victorias.
Los problemas internos hicieron que un equipo con visos de ser campeón como eran los Indiana Pacers del año pasado se quedaran finalmente sin alcanzar el éxito que muchos auguraban. Dentro de esa guerra en el vestuario que dirigía Frank Vogel, las miras estaban puestas en dos hombres como posibles sospechosos de protagonizar la lucha de egos, Lance Stephenson y Evan Turner.
Al 87%. A ese nivel es donde dice Rajon Rondo que está su recuperación de la lesión de rodilla que lo tiene k.o. desde hace unos meses. Sin embargo, el que este genial base esté de baja ahora y durante algún tiempo más, o el hecho de que los Celtics no le hayan colgado el cartel de transferible, no han sido óbice alguno para que algún equipo intente vía traspaso hacerse con los servicios de este jugador.
La Universidad de Butler, en el estado de Indiana, es una de las que menos jugadores ha aportado a la NBA en su historia, apenas se pueden contar con los dedos de una mano y ninguno es una primera o segunda espada. Tampoco tenía ningún título de la NCAA, pero desde hace unos años, coincidiendo con la llegada de Brad Stevens, las cosas cambiaron.
Tras la marcha de Ray Allen el año pasado, que como agente libre apostó a caballo ganador y se alistó en los Miami Heat, el famoso Big Three de Boston Celtics se rompía. Era para muchos el fin de una era, pero no es ni mucho menos comparable a la revolución que va a haber en Boston este verano. Con la marcha de Doc Rivers, el entrenador, y la marcha de las otras piezas del Big Three, estamos ahora sí ante el fin de una era.
Hace algunos días que la luz roja ilumina el vestuario de los Celtics. El equipo de Boston ocupa la octava posición en la Conferencia Este, y no está jugando para nada bien. Los rumores de posibles traspasos antes de la fecha límite volvieron a salir, esta vez alimentados por el propio entrenador, Doc Rivers, que dijo que el grupo no funcionaba, ni siquiera cuando se ganaban partidos, y que por tanto había que hacer cambios en él.
A Darko Milicic no hay quien lo saque de la NBA. Después de ser despedido, o mejor dicho amnistiado, de su último equipo, los Minnesota Timberwolves, el jugador serbio ha encontrado acomodo para esta temporada nada menos que en los Boston Celtics. Sí amigos, un jugador como Milicic va a vestir una camiseta como de la de los Celtics, y encima no se puede hablar de que sea una mala operación, ni mucho menos.
En el año 2007, tres estrellas se unieron en los Celtics en busca del primer anillo de sus carreras y así devolver al equipo de Boston al lugar que le corresponde, al lugar privilegiado que se ha ganado a lo largo de la historia de la NBA. Y así nació el Big Three de Boston Celtics, con Paul Pierce, que ya estaba, y con Ray Allen y Kevin Garnett, que llegaban de fuera.
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