Si no se jugaran los partidos de vuelta de las semifinales, la final de la Champions League 2016-2017 la jugarían Juventus de Turín y Real Madrid. De todos modos, y aun con los 90 minutos que restan por delante, es la final que vemos todos, pues las posibles remontadas de Mónaco y Atlético de Madrid se presentan imposibles.
El Santiago Bernabeu acogía la primera semifinal de la Champions League 2016-2017, un partido entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid que ha tenido color blanco y a un gran protagonista: Cristiano Ronaldo. Un hattrick del portugués prácticamente mete en la final de Cardiff al Real Madrid, salvo sorpresa mayúscula en el partido de vuelta.
El Atlético de Madrid se convirtió en el primer equipo en meterse en las semifinales de la Champions League 2016-2017. El conjunto rojiblanco eliminó al Leicester City por un global de 2-1 y de la mano de Diego Pablo Simeone jugarán esta ronda de la competición europea por tercera vez en los últimos cuatro años.
El Barcelona se va a tener que abonar a las remontadas históricas para seguir vivo en la Champions League. Después de hacerle seis goles al PSG para clasificarse milagrosamente a cuartos de final, ahora los de Luis Enrique tendrán que hacerle al menos cuatro a la Juventus de Turín después de caer en el Juventus Stadium por un 3-0.
El Atlético de Madrid se ha clasificado para los cuartos de final de la Champions League 2016-2017. El conjunto rojiblanco, que se medía al Bayer Leverkusen alemán, hizo bueno el resultado del partido de ida, la victoria por 2-4, pues en la vuelta en el Vicente Calderón el resultado fue de empate sin goles.
El Sevilla es el mejor equipo de la historia en la Copa de la UEFA / Europa League. Pero en lo que se refiere a la Liga de Campeones, los octavos de final son una ronda maldita para el equipo andaluz. Por tercera vez el Sevilla llegaba a esta fase de la competición y, por tercera vez, ha caído eliminado, esta vez ante el Leicester.
Si hay algo que duele más que no conseguirlo, es quedarse a las puertas. Esa es la sensación que entristecía al Barcelona y a sus aficionados a escasos minutos del final del encuentro, cuando el marcador de 3-1, cuando ese gol de Edison Cavani, condenaba al equipo azulgrana a la eliminación pese a haber rozado el pase.
Empieza a ser costumbre que Sergio Ramos aparezca al rescate cuando su equipo más lo necesita, como el Séptimo de Caballería en los antiguos westerns. Cuando peor pintaba la cosa en San Paolo para el Real Madrid, dos goles de cabeza del defensa andaluz callaban a la hinchada del Nápoles y aseguraban el pase a cuartos de los blancos.
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