Villalonga entra en la cacharrería del Valencia

Villalonga entra en la cacharrería del Valencia

Escrito por: Damian    15 julio 2008     2 minutos

Como si de un paquidermo se tratara el tiburón de los negocios, el «Maradona» de las finanzas, el mago de las stock options ha entrado en el Valencia C.F. haciendo crujir las ya de por si débiles estructuras del conjunto che.

Dice que quiere hacer un equipo campeón, aunque realmente ya lo tiene, aunque no lo parezca el Valencia es el actual campeón de la Copa del Rey. Y para hacerlo lo primero que se le ocurre es dejar a la altura del betún a Juan Sánchez, actual secretario técnico, y al nuevo entrenador Unai Émery.


Se trae a otro director deportivo, Xavier Azkargorta, e intenta fichar a Luís Aragonés como entrenador. Qué más da si tiene un joven e ilusionado entrenador ante el mayor reto de su corta pero brillante trayectoria deportiva o que Luís Aragonés acabe de llegar a un nuevo club que ha apostado muy fuerte por él como es el Fenerbahçe.

En los negocios todo vale. Ya no existe el compromiso, los contratos firmados, la ética o la caballerosidad. Los tiburones de los negocios son así, lo devoran todo y a todos. Ellos son Dios. En este mundo cada vez más desprovistos de valores éticos de poco sirve ser honesto y respetuoso con los demás, lo guay es llegar y arrasar con todo.

Quizás me equivoque pero creo que el Valencia todavía puede ir a peor. De un tiempo a esta parte todo han sido continuos disparates que, en vez de ir a menos, parecen ir a más.

¿En qué situación queda Unai Emery ante todo esto si finalmente Luís Aragonés tiene dos dedos de frente y cumple con lo que firmó y sigue en Turquía? Pues que estará cuestionado al mínimo tropiezo de su equipo y siempre sus decisiones serán analizadas con lupa.

Pero bueno, Juan Villalonga y los de su especie son los más inteligentes, listos y preparados de los mortales. Y si las cosas van mal siempre se podrá hablar con el balón e indicarle el camino correcto que tiene que tomar para que todo salga bien. Y sino cambiamos de balón.

Vía | Marca y As