NBA: así fue la vuelta de Ricky Rubio

NBA: así fue la vuelta de Ricky Rubio

Escrito por: apuerta    16 diciembre 2012     3 minutos

RIcky Rubio volvía a jugar en la NBA trás su lesión 8 meses después esta madrugada ante Dallas Mavericks. La tensión e incertidumbre de la espera dejaron paso a una actuación del español que recuerda a aquellos primeros partidos en su temporada Rookie.

Faltan 3:40 para el final del primer cuarto en el Target Center de Minnesota y los Wolves pierden de 10 ante Dallas. De repente un aplauso multitudinario envuelve el pabellón. Una figura se acerca a la zona de espera para entrar a la pista. «RU-BI-O, RU-BI-O» grita la gente. Todo está preparado. Dos minutos más tarde, una eternidad, OJ Mayo hace una falta a Shved que se retira para que suceda lo que todos esperan. Ricky Rubio vuelve a sentirse jugador de baloncesto 8 meses después.

Desde Minneapolis habían avisado que su participación estaría perfectamente medida y calibrada,»18 – 20 minutos». Consciente de que todavía se encuentra en fase de adaptación Ricky se empareja con Fisher, aún con Collison con base real en pista. El veterano «Fish» es una buena primera piedra de toque para el del Masnou debido a que la pérdida de rapidez del ex de los Lakers hace que Rubio se sienta cómodo en ataque y que sus rodillas no sufran frenazos inoportunos en defensa. Además, Adelman pone en pista a toda la segunda unidad  para que bailen al son de la sinfonía del 9.


Primer movimiento y el murmullo resuena. Un alley oop fallido a Stiemsma es la antesala de la primera anotación de la temporada para Ricky que llega desde la línea de personal. Aún no había amasado el balón todo lo que ambos lo deseaban, pero cuando sucede el show empieza. Una asistencia se convierte en un destello que incluso ciega a Barea, fallando incomprensiblemente bajo el aro. No importa. El público ya tiene lo que quiere, el Lobo ya está aquí. Él lo sabe. Crossover y pase por la espalda marca de la casa prenden fuego a las gradas aunque Derrick Williams falle la canasta. Primer tiro de campo conseguido con un lanzamiento de media distancia, que parece haber mejorado, y acto seguido robo más asistencia entre las piernas para Stiemsma, que contabiliza la primera asistencia en el regreso del hijo pródigo. Menos de 3 minutos en pista y ya es el hombre del partido.

Sabedor de eso y con la intención de evitar euforia anticipada Rubio disminuye la intensidad y evita los cambios de ritmo, dejándole el protagonismo a Shved, hasta ahora el mejor de los Wolves. Ricky vuelve al banquillo pero su presencia ha sido suficiente para que Minnesota ya vaya ganando un partido del que es máximo asistente en tan solo 7 minutos de juego.

El español no volvería hasta bien avanzado el tercer cuarto, donde Carlisle le asigna un marcaje individual basado en la presión y las ayudas. A estas alturas se le nota algo cansado a pesar de que esté prácticamente liberado de las labores defensivas. Así, probablemente fruto del agotamiento y la inactividad comete algunos fallos en la dirección de juego. Se antoja lógico, por mucho que haya entrenado el ritmo de competición es diferente y parece obvio que no veremos al mejor Ricky hasta dentro de un mes como mínimo.

No jugaría más hasta los minutos finales del encuentro, que se encontraba igualado tras la remontada de unos Mavericks liderados por Mayo. De nuevo en el duelo con Fisher éste haría valer su experiencia para forzar una falta del base catalán dando lugar a una jugada de 4 puntos. Tendría protagonismo final, poniendo el empate a 100 desde el tiro libre y dando una asistencia más, la novena, a Pekovic  para dejar el 102 – 102 que Ricky tuvo la oportunidad de romper en el último segundo con un triple que no quiso entrar y que hubiera sido la guinda del pastel.

Los Timberwoles ganaron en la prórroga sin que Rubio pisara de nuevo el parqué, dejando sus números en 8 puntos y 9 asistencias, pero el resultado fue lo de menos. En Minnesota vuelve a oírse el aullido del lobo herido. Ricky «Business» Rubio ha regresado. Y lo ha hecho para quedarse.


un comentario

  1. Javi dice:

    Fue increíble su partido, rozando el doble doble, y eso que se le ve que no está ni mucho menos bien todavía.
    Pero más increíble todavía es ver la influencia que tiene en su equipo, y lo rápido que forma sociedades.