Bahamontes, el español pionero en el ‘Tour’

Bahamontes, el español pionero en el ‘Tour’

Escrito por: Carlos Garrido    21 marzo 2017     2 minutos

A lo largo de la historia del deporte han ido surgiendo un sinfín de deportes, que han ido creciendo en popularidad a medida que han ido creciendo. Uno de ellos es, sin duda, el ciclismo que en España ha tenido una fuerte tradición y ha conseguido reunir a un gran número de aficionados gracias, en parte, a la labro de hombres como Federico Martín Bahamontes.

Nacido un 9 de julio de 1928 en la localidad de Santo Domingo-Caudilla, provincia de Toledo. En un inicio, y tal como explicaba el propio protagonista, fue bautizado como Alejandro. No obstante, su tío se empeñó en llamarle Federico, y acabó saliéndose con la suya. Da igual Federico que Alejandro, lo cierto es que Bahamontes fue uno de los mejores ciclistas que ha visto nuestro país y que se convirtió en un pionero en una de las carreras más célebres que existen: el Tour de Francia.

Sus primeros contactos con una bicicleta fueron debido a su trabajo como repartidor de leche. Poco después adquirió su primera bicicleta y decidió iniciarse como ciclista. Y no le fue nada mal. Participó en la Vuelta a Ávila, en la que acabó llevándose el triunfo y mostrando sus buenas dotes como escalador.

En aquellos tiempos, el bueno de Bahamontes no contaba con medios económicos. Cuando quiso correr su primera carrera profesional, la Vuelta a Asturias, tuvo que desplazarse en la propia bicicleta, recorriéndose casi 700 km en apenas tres días, y la ganó.

La figura del “Águila de Toledo”, como así se le empezó a llamar, comenzó a hacerse un hueco, y acabó por explotar en 1959 cuando conquistó el Tour. Fue el primer ciclista español en escribir su nombre con letras de oro en la ronda gala.

Una competición en la que fue elegido el más grande sobre una bici en montaña durante seis ediciones, pero, lamentablemente, no volvió a adjudicarse más el triunfo. Lo más cerca que estuvo fue el segundo y el tercer puesto conseguidos en los años 1962 y 1963, respectivamente.

Genio y figura un Federico Martín Bahamontes al que muchos criticaban por su forma de competir: pedaleaba hasta que no le quedaban fuerzas, sin ahorrar un gota de sudor.

Foto| Marca


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