Carlos Marchena y el talento de estar casi siempre en el sitio adecuado

Carlos Marchena y el talento de estar casi siempre en el sitio adecuado

Escrito por: Javi    22 enero 2016     2 minutos

Hay personas que saben siempre estar en el sitio adecuado, que tienen esa virtud o esa suerte, y entre ellas debemos admitir a Carlos Marchena. No es que neguemos el talento para jugar al fútbol del cabecense, que acaba de anunciar su retirada a los 36 años, es que alabamos una trayectoria marcada entre otras cosas por estar en el sitio justo en el momento justo, que es lo que precisamente se le pide a un jugador de su puesto.

Una trayectoria que comenzó en el equipo de su pueblo, Las Cabezas de San Juan, y que le llevó a la cantera del Sevilla. Aquí se demuestra por primera vez lo que trato de explicar, y es que Marchena, aparte de por sus virtudes, se gana el hueco en el primer equipo de un Sevilla en graves apreturas económicas y que no tiene otra que apostar por los jugadores de cantera como él.

Y así es como Marchena debuta con apenas 18 años en Segunda División y se hace un nombre tal que termina fichando por un señor equipo como el Benfica. En Portugal sigue creciendo como futbolista y gracias a ello lo llama el Valencia a filas. Sus inicios fueron pisando banquillo, pero llegó al equipo che en el momento adecuado, cuando por entonces en Mestallaba se levantaban títulos y con un entrenador con el que encajan los jugadores de su perfil: Rafa Benítez.

Y con esta camiseta, con la que disputó la mayoría de los más de trescientos partidos como jugador en Primera División, llegaron todos sus títulos a nivel de clubes: dos ligas, una Copa del Rey, una Copa de la UEFA y una Supercopa de Europa. No está nada mal este palmarés y todavía nos falta reseñar lo mejor, sus títulos con la selección española, tanto en categorías inferiores como en categoría absoluta.

El sevillano formó parte de la generación dorada del fútbol español, aquella formada por los mejores centrocampistas del mundo pero que que necesitaba defensas de su estirpe para cubrirles las espaldas. Formó parte del grupo que ganó el Mundial sub 20 en Nigeria, del que se volvió de Sidney con una plata olímpica y de aquel bienio mágico 2008-2010 en el que España logró una Eurocopa y un Mundial.

Como ven, por tiempo y por espacio, Marchena estuvo siempre en el sitio adecuado. Pero hay que repetir que el ex jugador del Villarreal y del Deportivo no es sólo uno de esos chicos con suerte, no cabe otra que señalar que como central o como mediocentro defensivo o como referente en el vestuario, papel en el que desempañaba a las mil maravillas también, en todos esos títulos que atesora tuvo su parte.


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