Juegos Olímpicos Londres 2012: el día más triste de Sugoi Uriarte, el día que casi gana una medalla

Juegos Olímpicos Londres 2012: el día más triste de Sugoi Uriarte, el día que casi gana una medalla

Escrito por: Javi    30 julio 2012     2 minutos

El judoka español Sugoi Uriarte no pudo aguantar las lágrimas tras perder el combate por la medalla de bronce ante el judoka coreano Cho.

Durante los dos primeros días de competición en los Juegos Olímpicos, España no ha sumado ninguna medalla. El primer día, Pablo Barrera llegó a soñar con una de ellas en tiro pero al final terminó en sexto lugar, y la nadadora Mireia Belmonte se metió en la final de 400 metros estilos, aunque terminó octava. Mucho más cerca se quedó el judoka Sugoi Uriarte el segundo día de competición.

Tan cerca que el propio judoka llegó a declarar que había sido el peor día de su carrera como deportista. El luchador vitoriano, que compite en la categoría de -66 kilos, se quedó a las puertas de conseguir la primera medalla para el deporte español, pues perdió el combate por la medalla de bronce ante un judoka de Corea del Sur.

El día había comenzado para este deportista de 28 años que ya había sido subcampeón mundial y campeón de Europa. Ganaba a cuatro rivales y se colaba en las semifinales, en la lucha por las medallas. Fue ahí cuando empezó a torcérsele el día al judoka vasco. Para empezar, el húngaro Miklos Ungvari lo apartaría de la final, aunque ganar el bronce no hubiera supuesto ni mucho menos una mala noticia.

Lo malo es que ni siquiera llegó el bronce. El combate con el surcoreano Cho transcurrió con mucha igualdad y ninguno de los dos pudo anotarse un tanto a su favor, ni siquiera durante los tres minutos extras. La decisión pues quedaba en manos de los tres árbitros, que lo tuvieron bastante claro. Los tres levantaron la bandera blanca, la del kimono que vestía el coreano Cho.

La decisión resultó sorprendente, incluso para los que no entendemos de judo. Al término del combate, vimos que el luchador español sonreía, y que recibía felicitaciones de sus entrenadores, de compañeros e incluso de otros judokas. Se sabía ganador porque había ido al ataque y había llevado la iniciativa en el combate. Pero los jueces no pensaron lo mismo que él ni que la mayoría del pabellón.

Los dos judokas rompieron a llorar, uno de alegría lógicamente, y otro de tristeza. Decepcionado ya no sólo por perder sino por como había perdido, Sugoi Uriarte no dudaba en calificar este día como «el peor de su vida». Quizá el tiempo cambie su visión de este día, en el que casi consigue una medalla olímpica, o quizá, con el tiempo, consiga por fin un éxito que le haga llorar, pero no de tristeza y rabia sino de alegría.