Ali SYed quiere vender el Racing de Santander

Ali SYed quiere vender el Racing de Santander

Escrito por: Javi    26 abril 2011     2 minutos

Cuando Ali Syed compró el Racing de Santander, pasó a ser el centro de todas las miradas por sus maneras en el palco, totalmente opuestas a las que suelen presentar los directivos de un equipo de fútbol. Bufanda en mano, el hindú no se cortaba a la hora de expresar su alegría de las formas más diversas ante los presidentes de los equipos que visitaban El Sardinero.

El problema es que al nuevo dueño del Racing de Santander ya no se le ve el pelo y la situación del equipo cántabro está en el aire, más que nunca. De momento, la deuda del club para con algunos jugadores que arrastra desde la temporada pasada, y que se acerca a los 2 millones de euros, y los pagos que hay pendientes con Hacienda no han sido soliviantados, y eso precisamente era una de las primeras tareas que tenía que cumplir el nuevo mandatario a su llegada.


Al parecer, el señor Syed no ha llegado al Racing de Santander para invertir, sino para hacer negocio. Según apuntan algunas fuentes, Ali Syed compró al equipo español por sólo 3 millones de euros con la única intención de venderlo posteriormente, por un precio mayor. Al parecer, la familia real de Bahrein sería ese supuesto comprador, y estaría dispuesto a desembolsar 15 millones de euros.

Si tal cosa sucede, sería un negocio redondo para Ali Syed, que ha jugado sus cartas de manera excelente, pero eso tampoco aclararía el futuro de una entidad que debe estar pasándolo realmente mal para montarse en el primer tren que pasaba, para agarrarse al primer clavo ardiendo que encontraron. Lo cierto es que nadie se fiaba de Syed desde un principio, y el tiempo les ha dado aun más la razón. Si el equipo pasa a nuevas manos, veremos que intenciones traen y a qué juegan los nuevos dueños.

Esperemos que, para bien de la afición racinguista, esta historia termine con final feliz y que el club salga adelante, más rico o más pobre, con o sin petrodólares, pero al fin y al cabo, vivo, que es lo que cuenta.

Vía | Marca