Demirel, de villano a héroe

Demirel, de villano a héroe

Escrito por: Damian    5 marzo 2008     3 minutos

Si la vida da vueltas, un partido de fútbol aún da más. A los 9 minutos el portero turco Volkan Demirel practicamente estaba desterrado de su país. El Sevilla ganaba 2-0 gracias a dos tremendos fallos suyos en dos disparos fuertes pero por el centro de la portería de Dani Alves y de Keita. Fueron dos fallos enormes, impropios de un portero de un equipo de este nivel, ni en alevines se ven dos goles así. En el primero golpeó el balón con los puños para dentro de la portería y en el segundo el balón le pasó al lado de la mano sin hacer ademán ni de tirarse. Los seguidores turcos debieron de maldecir su nombre varias veces al ver como se alejaba el sueño de los cuartos de final.

Unas dos horas y media después es un héroe nacional para los seguidores del Fenerbahce al detener en la tanda de penaltis tres penas máximas a los jugadores sevillistas y conseguir una histórica clasificación para los cuartos de final. Las vueltas que da la vida. El Sevilla lo tuvo en la mano. Imperdonable caer eliminado en su estadio después de tener un 2-0 a favor a los 9 minutos y un 3-1 a los 40. Los fallos en la estretegia condenaron a los hispalenses. Los dos goles de los otomanos llegaron en un córner y una falta que remataron sin oposición, increíble el segundo en el que Deivid remata por dos veces en el área pequeña sin oposición, recogiendo el rachace del poste de su primer disparo.

Los dos equipos regalaron goles al contrario y lo pagaron muy caro los hombres de Manolo Jiménez. Un entrenador que tampoco estuvo muy afortunado al retirar a Luís Fabiano cuando iban ganando 3-1 para reforzar el centro del campo con Renato, un cambio amarrategui que se le chafó a los pocos minutos con el 3-2. El equipo no consiguió crear peligro hasta la segunda parte de la prórroga con la entrada del delantero Koné para acompañar al solitario Kanouté, pero ya era tarde y el marcador no se movió.

Los turcos se ganaron la clasificación por su tesón al no dar por perdida la eliminatoria aún después de verse enseguida con un 2-0 en contra «gracias» a la colaboración de su portero. Lugano en la defensa, Ugur Borul que trajo loco a Dani Alves todo el partido, Álex y Deivid mantuvieron en pie al Fenerbahce y no pararon hasta llevarlos a cuartos de final. No se puede decir que no fuera justo, crearon más ocasiones de gol que los sevillistas y jamás bajaron los brazos cuando otros seguramente lo habrían hecho.

Al Sevilla le costó mucho crear peligro. Navas y Capel estuvieron muy vigilados y apenas tuvieron ocasión de lucirse ante el buen trabajo defensivo del Fenerbahce. Esto hizo que las ocasiones de gol fueran escasas para los locales, sobre todo en el segundo tiempo y la primera parte de la prórroga. Una pena porque el rival era propicio para meterse en cuartos y seguir haciendo historia, pero no pudo ser.

Ahora es el momento de demostrar que el Sevilla es un grande. Si se levanta y endereza el rumbo en la liga para volver a disputar la Champions la próxima temporada, podremos decir que tiene el carácter de los ganadores, del que pierde y no se queda lamiendo las heridas, sino que se levanta aún con más fuerza para demostrar que sigue estando ahí.