Rubén Fernández gana el Tour del Porvenir de 2013

Rubén Fernández gana el Tour del Porvenir de 2013

Escrito por: Javi    1 septiembre 2013     2 minutos

Leyendas del ciclismo como Joop Zoetemelk, Greg Lemnod o Miguel Indurain, o estrellas de hoy día como Bauke Mollema o Nairo Quintana vivieron sus primeros minutos de gloria en este deporte en una carrera llamada el Tour del Porvenir. Es una carrera que se disputa en Francia y que sólo disputan ciclistas de categoría sub 23 agrupados no por equipos sino por selecciones nacionales.

En el palmarés por países, España es el segundo por detrás de los 17 triunfos que tiene Francia. El Tour del Porvenir ha sido ganado 11 veces por un ciclista español, y la última de ellas ha sido en esta edición, la de 2013, gracias a Rubén Fernández. El ciclista murciano, nacido en Churra, es un joven corredor de tan sólo 22 años y que pertenece a las filas del equipo Caja Rural.

El triunfo de Rubén Fernández se fraguó durante la cuarta etapa. Tras una prólogo y tres etapas llanas, llegaba la jornada reina, una etapa con final en el alto de La Madeleine. Cuando quedaban unos 8 kilómetros para meta, el ciclista español realizó un ataque brutal y se coló en solitario en la meta, aventajando en más de 1:30 al segundo clasificado de la etapa y dejando justo en esa diferencia al segundo clasificado de la general.

Con tres jornadas por delante, dos de ellas con finales en alto, tocaba controlar y el trabajo del resto del equipo español iba a ser fundamental. En Morzine, el líder cedió algo de tiempo pero aún conservaba más de 1 minuto de ventaja que le iba a bastar y sobrar para mantenerse en primer lugar tras la sexta etapa y la decisiva séptima etapa, con final en Plâteau des Glières, donde Fernández entró incluso por delante de sus principales rivales.

En Rubén Fernández tenemos una nueva esperanza de un ciclismo español cuyo futuro a corto plazo pinta incierto, tanto por la falta de una generación que releve a la actual como por la pérdida de equipos y estructuras para criar esos jóvenes campeones. Así que una victoria de este calibre es motivo de alegría y es para ilusionarse, aunque sepamos que todavía quedan muchas pedaladas por delante y que muchos se quedaron por el camino.