Copa Confederaciones: aburrido estreno de Sudáfrica e Irak

Para crear afición al fútbol y para dar prestigio a la Copa Confederaciones es mejor pasar página y olvidar este partido. El encuentro inaugural del torneo entre Sudáfrica e Irak nos deparó un empate a cero en un partido aburrido falto de ocasiones y lleno de imprecisiones, de juego duro, y que demostró que los rivales de España están muy (con ‘m’ de mucho) por debajo del nivel de La Roja.

Irak salió a la guerra, corriendo mucho, luchando cada balón y muy metidos atrás, mientras Bora Milutinovic se hacía entender con una pizarra, como si de un tiempo muerto de basket se tratara. Era la única forma de parar a una selección sudafricana que salió a buscar el partido con ganas de tocar y mimar el balón, pero sin tener calidad para ello y sin usar las bandas. Había ganas, pero no talento.

Ante la ausencia de recursos ofensivos por parte de Irak, si alguien mereció ganar, fueron los Bafana Bafana, pero se cruzaron dos hombres en el camino de los organizadores: el meta iraquí Kassid, en líneas generales bastante acertado, y el jugador local Parker, que protagonizó la jugada curiosa del día.

Kassid se tragó un centro desde la derecha, y el error lo aprovechó Kagisho Dikgacoi para rematar a placer a puerta. Sin embargo nadie contaba que en la línea de gol se encontrara su compañero Bernard Parker y la pelota diera en él, salvando involuntariamente a Irak de encajar un gol (foto). Una muestra de que ayer no era el día ni de unos ni de otros.

A destacar, como curiosidad, que por encima de los bailes en la grada, y del insufrible ruido de bocinas perenne durante todo el partido, resaltaron los insultos racistas y los abucheos hacia un jugador sudafricano de raza blanca, el central Booth.

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