El limite salarial de la LFP
Una de las últimas noticias relacionadas con la Liga Española de Fútbol tiene que ver con el Getafe y con Pedro León. El club madrileño no ha podido inscribir a este jugador porque con su salario superan el límite salarial. Y es leer esto y repetirnos casi todos la misma pregunta: ¿existe un límite salarial en la Liga Española?
Lo cierto es que sí, que existe, y no de dos días atrás, precisamente, Fue durante el año 2013 cuando se propuso y luego se aprobó esta medida. Una nueva medida para controlar el gasto de los clubes españoles de Primera y Segunda División y evitar que sus deudas se sigan agrandando impunemente año tras año, especialmente las que se contraen con los organismos públicos.
Hay que puntualizar que este límite salarial no sería igual que el que, por ejemplo, se aplica en la NBA. En la liga norteamericana de baloncesto se establece, año a año, un límite máximo que es el mismo para los 30 equipos que entran en la competición, pero en la LFP no es así, pues cada equipo tiene su propio límite salarial. Esto, evidentemente, es motivo de reproche para los aficionados de los equipos más modestos de la LFP.
Hay muchos pormenores que entran en juego a la hora de calcular el tope para cada equipo, pero básicamente es un sistema sencillo: según el balance de gastos – ingresos de los últimos años, la LFP calculará donde está el límite de cada equipo. Si un equipo se pasa de ese límite, como por ejemplo le ha ocurrido al Getafe, no podrá tramitar nuevas fichas, e incluso se podría meditar la expulsión de la LFP si el equipo es reincidente.
Esto del límite salarial es una de las medidas que ha tenido que incluir la LFP para contentar a la Agencia Tributaria, principalmente, en pos de que los clubes vayan poniéndose al día con este organismo. En el fondo, toda medida que se tome para controlar el gasto de los clubes españoles es buena, aunque su aplicación, como por ejemplo en el caso del Getafe, no está exenta de polémica y siempre levanta suspicacias.
Y es que los clubes se han acostumbrado a vivir por encima de sus posibilidades y no contemplan el tener que dejar de hacerlo. Pensar en la sostenibilidad, en el futuro, no entra dentro de los agendas de los presidentes de los clubes españoles. A eso se suma que las decisiones que toma la LFP suelen ser arbitrarias y sospechosas, y ya tenemos un cóctel explosivo para desconfiar de una norma puesta para el bien de los clubes.