El Parma en problemas, ejemplo de la decadencia del fútbol italiano

El Parma en problemas, ejemplo de la decadencia del fútbol italiano

Escrito por: Javi    7 marzo 2015    2 minutos

Llegada la década de los 90, la Serie A italiana era la liga más fuerte del momento. En ella encontrabas equipos como el Parma, que no podían competir por el título de campeón ante los grandes pero que en competición europea eran casi imparables. No en vano, este equipo tiene en su palmarés tantos títulos internacionales como nacionales.

El Parma es el vivo ejemplo de la evolución del fútbol italiano, que ahora vive épocas austeras y de decadencia. Fue un equipo fuerte entonces, a pesar de ser casi un recién llegado a la Serie A, gracias al apoyo de la empresa Parmalat. Pero la quiebra de esta empresa en 2003, que acabó con su presidente Calisto Tanzi en la cárcel, dejó al club de fútbol completamente a la deriva y con una deuda que era imposible de levantar, aunque entonces el equipo salvó ese match ball.

Con Tanzi en la cárcel por fraude empresarial, el club acabó algunos años más tarde en manos de Tomasso Ghirardi. Con un método bastante peculiar de compra y venta de jugadores al por mayor, mantuvo al Parma a flote y su afición vivió un revival. Si bien, era una realidad encubierta, porque la deuda no hizo sino aumentar en estos años, hasta llegar a una situación totalmente insostenible que ha estallado en las últimas semanas.

Ghirardi se ha ido, investigado también por la justicia, dejando el club en manos de Giampetro Manetti, regalado, aunque menudo regalo. Los jugadores no cobran, los empleados y el personal tampoco y no hay dinero para acometer facturas básicas diarias (electricidad, agua caliente, lavandería, sumisnitros médicos …). En esas, el equipo, que encima es último y está condenado al descenso, se ha negado a jugar dos partidos. A la Serie B de cabeza y con 200 millones de deuda.

El panorama para el Parma es muy oscuro, aunque la Serie A al menos va a salvar la competición. La liga se compromete a costear gastos básicos para que el equipo juegue esos partidos aplazados y termine el campeonato. Esto es pan para hoy y hambre para mañana, lógicamente, y el único camino para esta sociedad pasa por empezar de cero. Y espero que con la lección aprendida.

Y es que, ya en 2003, cuando el Parma se desvinculó completamente de Parmalat, el equipo cambió de nombre e incluso volvió a sus colores originales. Así, el Parma consiguió empezar de nuevo sin perder la categoría, evitando caer a categorías amateurs, solventando algo la deuda tras declararse en bancarrota. Y a pesar de eso, se enfrenta de nuevo a esa tesitura.

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