El récord de la hora durante la década de los 90

El récord de la hora durante la década de los 90

Escrito por: Javi    28 septiembre 2011     3 minutos

Hace algunos días leía una noticia sobre un ciclista, Andrey Kashechkin (Astana) concretamente, que se estaba preparando para batir el récord de la hora y me entró nostalgia. Recuerdo, y recordaré con vosotros aquella década de los 90 cuando esta disciplina ciclista alcanzó su apogeo y se animaron a participar en ella ciclistas del más alto nivel.

El gran Eddie Merckx, a principios de los 70, el italiano Franscesco Moser, en 1984, fueron los últimos grandes ciclistas que consiguieron ser los más rápidos después de 60 minutos dando vueltas en un velódromo. Pero con la aparición de Graeme Obree en 1993, el récord de la hora volvió a ponerse de moda y en los 3-4 años posteriores se seguía con enorme interés el que un hombre intentara batir la marca anterior. Mucho tuvo que ver en ello, por supuesto, la figura de Miguel Indurain para que los españoles nos pegáramos al televisor una vez más.

No nos adelantamos y comencemos recordando a Obree, el cuál revolucionó esta prueba al participar con una bicicleta creada por él mismo y con una postura bastante extraña sobre la misma. El Escocés Volador batió el record de la hora en 2 ocasiones, arrebatándoselo en esta seguida ocasión a Chris Boardman, aunque curiosamente jamás dio el salto al ciclismo profesional y esto le acarreó varios problemas personales.

Ese segundo récord de Obree fue batido por Miguel Indurain en 1994. El navarro, a lomos de la revolucionara bicicleta que se bautizó como Espada, recorrió 53’04 kilómetros en una hora, aunque su récord estuvo vigente muy poco tiempo. Sólo dos meses después, el suizo Tony Rominger, que nunca pudo vencerle en una gran vuelta, se sacaba la espinita y al menos batía a Indurain sobre el velódromo. Indurain lo intentaría una segunda vez al año siguiente en Colombia, sin éxito, en el que sería el comienzo del declive en su carrera.

El propio Rominger, ganador de 3 Vuelta a España y 1 Giro de Italia, se superó a sí mismo superando la barrera de los 55 kilómetros por hora. Y cuando parecía que nadie iba a poder arrebatarle ese récord, volvió Chris Boardman en 1996 y el gran contrarrelojista británico, campeón mundial de la disciplina en 1994, llegó a superar la barrera de los 56 kilómetros usando el mismo estilo que en su día utilizó Obree sobre la bicicleta.

Después llegó el vacío y años después, la prohibición de la UCI. Todos los records desde Eddie Merckx en adelante fueron cancelados porque se usaron materiales y bicicletas revolucionarias, convirtiendo la prueba en una guerra tecnológica en lugar de una lucha de esfuerzo humano. Algo semejante ha ocurrido más recientemente con los superbañadores que revolucionaron el mundo de la natación y que hicieron volar todos los records.

Y así, sin ningún elemento que favoreciera la aerodinámica, Chris Boardman batió a Eddie Merckx en el año 2000. Su record se mantuvo vigente hasta 2005, cuando se consiguió la marca que ahora mismo se considera como oficial, los 49’7 kilómetros que consiguió el ciclista checo Ondrej Sosenka, una ciclista ya retirado y que fue más veces noticia por el dopaje que por sus éxitos como profesional.


un comentario

  1. Fernando dice:

    Qué recuerdos! ¿Daban una cantidad de dinero al que lo batía? Estaría bien que algún ciclista actual hiciera el intento, parece que está al alcance de un Cancellara, Martin…