
La posibilidad de crear una Liga de Filiales se viene estudiando desde hace algunos meses, pero tan sólo hace unas semanas que la Liga Fútbol Profesional ha definido un posible formato: la LFP propone que cada equipo de Primera y Segunda tenga un filial en esta nueva liga y abandone la competición que disputa ahora. Si finalmente sale adelante este proyecto, el club que ascienda a Segunda A deberá tener un filial y el club que descienda a Segunda B verá cómo su filial desaparece. En total serían 42 equipos y se crearían tres grupos de 14 por proximidad geográfica, que jugarían en tres fases por el título de campeón.
Si nos hubiéramos preguntado a principio de temporada quienes eran los candidatos al descenso, muchos nombres nos hubieran venido a la cabeza. El Levante o el Murcia, un recién ascendido hubieran sido dos de ellos y hubiéramos acertado. Habían muchos otros modestos que podían sufrir y caer a la categoría de plata: el Almería, que al final firmó una brillante temporada, el Recreativo de Huelva, que se salvó en la última jornada como el Valladolid. Incluso otros que empezaron muy mal la temporada como el Deportivo de la Coruña o un Athletic de Bilbao que ya jugueteó con los puestos de descenso la pasada temporada.