NBA: Dominique Wilkins, la leyenda de los Hawks

NBA: Dominique Wilkins, la leyenda de los Hawks

Escrito por: Javi    14 marzo 2015     2 minutos

Los Hawks son una de las franquicias más antiguas de la liga pero, curiosamente, apenas tienen números retirados. Tan sólo tres camisetas cuelgan del techo del pabellón: la de Bob Petit con el número 9, líder del equipo que ganó el único título hasta ahora de la franquicia, la de Lou Hudson con el número 23 y la de Dominique Wilkins con el número 21.

Wilkins es, sin duda, la gran estrella de este equipo, el líder de la franquicia en numeros campos (partidos jugados, puntos anotados …) y uno de los tops en otras muchas estadísticas (rebotes, asistencias, robos, tapones …) Es lo que tiene haber jugado en el equipo desde 1982 hasta 1994, lo que viene a ser toda su carrera salvo los partidos que jugó ya en su últimos años en Clippers, Celtics, Spurs y Magic.

Wilkins tuvo que vivir a la sombra de los grandes de su época, como Jordan, Magic, Bird … Lo cuál no le impidió ser el líder de su franquicia, como ya hemos reseñado, además de conseguir numerosos galardones y éxitos a nivel individual a lo largo de su carrera. Recapitulando, Wilkins fue nueve veces All Star, ganando dos veces el concurso de mates, una vez máximo anotador de la liga, y varias veces elegido en los quintetos ideales de la liga.

El alero no llegó a ganar un título en la NBA, pero sí fuera de ella. Y es que con 35 años, Wilkins se vino a Europa, el continente en el que nació ya que su padre era un militar destinado en París, para jugar en Panathinaikos y a pesar de su edad se sobró para ser el mejor de la liga de Grecia y la Euroliga, competiciones en las que se alzó heleno como ganador. Probó fortuna en otro equipo, la Fortitudo de Bolonia, ya sin tanto éxito.

Todo este currículum y un amor incondicional por los Hawks bien valen todos los homenajes que se le han realizado. El último, el más imponente, una estatúa a las afueras del Phillips Arena, al estilo de la Jordan en Chicago. Una mole de bronce de cuatro metros de altura que recordarán a todos los que pasen por allí quién es la gran leyenda de los Hawks: Dominique Wilkins.


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