Tiempos muertos en el Mundial de Brasil 2014, más ingresos por publicidad

Tiempos muertos en el Mundial de Brasil 2014, más ingresos por publicidad

Escrito por: Javi    8 diciembre 2013     2 minutos

A Cesare Prandelli, seleccionador italiano, le preocupa la salud de sus chicos durante los partidos del Mundial de 2014, especialmente cuando se juegue en zonas con clima tropical, altas temperaturas, alta humedad, y a horas bastante tempranas. Por eso, a Prandelli se le ocurrió proponer que durante los partidos se pudieran pedir tiempos muertos, al estilo de otros deportes, para que los jugadores pudieran hidratarse.

Y la propuesta del seleccionador italiano, motivada tras la experiencia de la Copa Confederaciones 2013, no ha caído en saco roto. Más bien al contrario, ya que durante el Mundial de Brasil 2014 se va a hacer realidad. La FIFA y los seleccionadores han aprobado esta medida, que les parece mejor que cambiar el horario de esos partidos de la discordia, los que se juegan en regiones como Natal o Recife donde las temperaturas no serán precisamente invernales.

Los tiempos muertos serán de dos minutos como máximo. Aunque en principio se estipula que habrá un tiempo muerto por parte, esto no tiene porque ser así por derecho. Un equipo de personas formado por el árbitro, un médico y un coordinador de la FIFA serán los que tomen la decisión de para el partido cuando ellos lo estipulen y las veces que lo vean necesario, según las condiciones climáticas que se den.

Más que por la salud de los jugadores, los tiempos muertos eran una medida que, tarde o temprano, se iban a implementar en el fútbol de hoy en día. Y es que un parón de dos minutos en medio de cada parte supone cuatro minutos más de publicidad cada partido, cuatro minutos más para ganar dinero. Porque está claro que es el dinero, y no los jugadores, lo que mueve el fútbol de hoy en día.

O al menos, eso es lo que yo creo. ¿Alguien cree verdaderamente que la FIFA ha pensando en la salud del deportista al tomar esa decisión? Si así hubiera sido, hubiera sido más fácil cambiar los horarios de los pocos partidos en los que se alcanzará temperaturas altas y peligrosas. O al menos, repito, eso es lo que yo creo.