Bancaja mete mano al Valencia

Nunca en España una entidad bancaria había tomado el control de la gestión financeria de un club de fútbol como lo va a hacer Bancaja con el Valencia Club de Fútbol. Bancaja prestará ayuda financiera y llevará las cuentas del club valenciano, que adeuda a la caja de ahorros unos 240 millones de euros. Para ello han nombrado consejero delegado a Javier Gómez, un hombre de confianza de la entidad que llevaba en el Valencia desde 1999 y que en su día participó en la venta de Gerard, Mendieta, Farinós y Piojo López.

Esta decisión tomada ayer por el consejo de administración ya ha provocado consecuencias. El actual presidente, Vicente Soriano se queda sin poder de gobierno en el club. Aunque declaró a la salida de la reunión que «no era un presidente florero» y que seguía siendo presidente a todos los efectos, Bancaja no confía en él y en sus promesas incumplidas, y sí en Fernando (ex jugador y actual vicepresidente), que cuenta con el apoyo de la Generalitat para convertirse en máximo mandatario del Valencia. Ante esta situación, Miguel Zorío, mano derecha de Soriano y vicepresidente económico del club, presentó su dimisión, que fue aceptada.

La primera medida a tomar por Javier Gómez será el pago de las fichas. Los jugadores siguen sin cobrar y ésto está mermando su rendimiento en el terreno de juego. Tras los últimos resultados el equipo ha caído hasta la sexta plaza. Lo siguiente será pagar a la constructoras Bertolín y FCC 14 millones que se adeudan (otros medios ascienden esta cifra hasta 23 millones), para que prosigan con las obras del nuevo estadio que llevan paralizadas una semana.

Mientras no se consiga vender las parcelas del viejo Mestalla, y de momento la búsqueda de comprador prosigue sin ningún éxito, a Gómez no le quedará más remedio este verano que tomar la decisión más dura: la venta de jugadores. Aunque esta médida hará mella en la afición y será desastrosa en el plano deportivo, al Valencia no le queda otra salida posible gracias a la gestión de su ex-presidente, Juan Soler, que es el que ha puesto al borde de la quiebra a un histórico del fútbol español. En sus cuatro años al frente del club, triplicó la deuda de éste que asciende ahora a los 500 millones.

Vía | El País

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