Copa del Rey (semifinales): Atlético 4 Racing 0
Esta vez, y al contrario de como nos tenía acostumbrados, el Atlético no dejó deberes por hacer y prácticamente ha sentenciado su pase a la final de la Copa del Rey. Sí, sabemos que el Atlético es capaz de perder el partido de vuelta en Santander, pero cuatro goles se nos antoja demasiada épica para el Racing. Porque el Atlético de hoy ha sido mucho Atlético y ha acabado con las ilusiones de un Racing que no plantó cara prácticamente en ningún momento a los colchoneros, y que no contó con la ayuda de la suerte ni del colegiado.
Y todo gracias al comienzo fulgurante de los rojiblancos, que salieron a comerse a su rival, y que a los 9 minutos se adelantaron con un tanto del portugués Simao. Con el Kun volviendo loco a toda la defensa del Racing, el equipo cántabro apenas tuvo acercamientos al área y una remate lejano que pudo significar el empate, apenas fue un espejismo. Un gol de los de Santander hubiera cambiado el signo del partido, pero el que marcó fue Reyes para el Atlético cinco minutos antes de irse a vestuarios.
Ni los cambios cambiaban la dinámica del Racing, incapaz de crear juego y mucho menos peligro, así que el Atlético siguió a lo suyo. Simao avisaba con un disparo al poste y sólo dos minutos después, Matéu Lahoz señaló como penalty un derribo de Jurado fuera del área. Un regalo arbitral que no desaprovechó Diego Forlán para colocar el 3-0. Diez minutos después, en el 72′, el uruguayo transformaba otro penalty, esta vez bien señalado, y con su doblete en la segunda parte cerraba el 4-0 definitivo.
Gran paso para el Atlético de Madrid, cuya puerta a Europa pasa por triunfar en el torneo del K.O. tras su desastroso papel en la Liga. Y gran paso para Quique Sánchez Flores, que lleva varias semanas en el candelero por la inoperancia de su plantilla en ciertos momentos claves. De momento, con este gran resultado, se ahorrarán estos días de visitar los bosques del Cerro del Espino.