Sporting y Zaragoza cierran la jornada 4 con un empate

Sporting y Zaragoza cierran la jornada 4 con un empate

Escrito por: Javi    25 septiembre 2009     2 minutos

La jornada entre semana se ha cerrado este jueves con el partido que han disputado Sporting de Gijón y Zaragoza y que ha finalizado con empate a uno en el marcador. Dos equipos que no se veían las cara en Primera desde hace doce años y que de momento se encuentran luchando por un mismo objetivo: la permanencia en la máxima categoría.

El partido no ha sido brillante y ninguno de los dos equipos ha impuesto su fútbol sobre el otro. Las jugadas de ataque han llegado más bien por arrancadas y arreones, y así salió el Sporting al terreno de juego en los primeros minutos alentado por una afición ejemplar. Luis Morán por parte gijonesa y Paco Pavón por parte zaragozista gozaron de las mejores ocasiones para adelantar a sus equipos durante la primera media hora de juego.


Entonces llegaría el gol de Diego Castro, gol con fortuna pues su disparo tropezó en Pavón y el cambio de trayectoria despistó totalmente al meta Carrizo. El tanto borraría del campo a los hombres de Marcelino, que veía como uno de sus ex equipos dominaba pero no acertaba de cara a la portería rival.

El técnico del equipo maño apostó por mover piezas y quitar el triple pivote que colocó de inicio. La jugada le salió bien porque, si bien el equipo no mejoró en su aspecto ofensivo, el Zaragoza logró empatar el partido por medio del colombiano Abel Aguilar, con un efectivo testarazo tras un saque de esquina. Pocos méritos había hecho el Zaragoza, pero el empate tampoco era del todo injusto,

Conforme pasaron los minutos, ambos equipos se rompieron en dos, defensas y atacantes, y el partido se animó bastante. Gregory en posición franca para el remate de cabeza regaló el esférico al meta Carrizo y en la otra portería el croata Babic mandó el balón a las nubes con Juan Pablo ya batido. Eran las últimas ocasiones de un artido que finalizó en tablas, y con Gregory expulsado tras ver la segunda amarilla después del pitido final.