Para crear afición al fútbol y para dar prestigio a la Copa Confederaciones es mejor pasar página y olvidar este partido. El encuentro inaugural del torneo entre Sudáfrica e Irak nos deparó un empate a cero en un partido aburrido falto de ocasiones y lleno de imprecisiones, de juego duro, y que demostró que los rivales de España están muy (con 'm' de mucho) por debajo del nivel de La Roja.
A priori el favorito del grupo A de esta Eurocopa era el Portugal de Cristiano Ronaldo y así lo ha demostrado. Ha vencido en sus dos partidos, y con bastante facilidad. Primero tumbó a Turquía en un buen partido por 2-0 y ayer acabó con la República Checa con un claro 3-1. Todo lo que se preveía de los lusos se está cumpliendo: buena defensa (sobre todo por el centro con Pepe y Carvalho), poderoso centro del campo con Moutinho y Deco, bandas incisivas con Simao y Cristiano Ronaldo (que ante los checos ya se comienza a parecer al que deslumbró esta temporada en el Manchester United), flojo portero (Ricardo falló en varios balones colgados por los checos) y nulo delantero centro (Nuno Gomes todavía no ha marcado y es uno de los cambios habituales de Scolari).
El central del Real Madrid, Pepe (perdón, Don José), se ha convertido en el protagonista de la primera jornada de la Eurocopa. No sólo realizó un sobrio partido en defensa sino que también abrió la lata turca en vistas de que sus compañeros de medio campo y ataque no conseguían hacerlo, marcándose una gran jugada en una de sus características arrancadas desde atrás. No sólo cumplió con lo suyo, también realizó la función que estaba destinada para Cristiano Ronaldo.
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