En 7 minutos, el Sevilla por medio de Kanoute ya había pisado el área del Glasgow Rangers tres veces. La primera la sacó un defensor bajo palos con los pies, la segunda la sacó con la mano pero el árbitro se hizo el sueco, y la tercera fue para transformar un penalty esta vez sí señalado sobre Fernando Navarro.
Al ya tener los deberes hechos, el Sevilla viajó a Bucarest, hogar durante la Champions League del Unirea Urcizeni, con la mente en otra cosa, y eso se traduce en una sorprendente derrota. Los andaluces merecieron el gol en la primera mitad, pero Dragutinovic se equivocó de portería y acabó metiendolo en la propia en el descuento de la primera mitad. Los siguientes 45 minutos fueron de dominio para el conjunto rumano, pero el marcador no se movió más.
El resto de la jornada de martes nos ha traído buenas noticias para los equipos españoles ya que sus rivales no pasaron del empate. En Rusia, se produjo la gran sorpresa del día ya que el modesto Rubin Kazan aguantó al Inter de Milan y le robó un puntito. Marcó Domínguez para los rusos tras jugada personal y empató Stankovic tras un centro de Maicon, y el local Semak pudo dejar los tres puntos en casa pero su disparo se estrelló en el palo.
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