Dean Smith, el «padre» deportivo de Michael Jordan

Dean Smith, el «padre» deportivo de Michael Jordan

Escrito por: Javi    10 febrero 2015     2 minutos

En la imagen aparece un joven Michael Jordan que prácticamente acababa de entrar en la Universidad de Carolina del Norte. A su lado está alguien al que el mejor jugador de todos los tiempos consideró como su mentor, su segundo padre, la persona más influyente en su carrera deportiva y en su trayectoria vital. Ese hombre era Dean Smith, al que el baloncesto norteamericano llora ahora.

La Universidad de Carolina del Norte comunicó el fallecimiento del que fuera su entrenador durante algo más de tres décadas, tras una larga enfermedad que lo tuvo apartado no sólo del deporte sino también de la vida pública los últimos años. El legado que Smith deja es inmenso, no ya en la cantidad de títulos, que sólo ganó dos, sino en su aportación al baloncesto en muchos sentidos.

Smith fue una mente brillante y creó tácticas y jugadas que, por entonces, eran impensables. Aparte de contribuir a crear en la Universidad de Carolina del Norte un proyecto deportivo de baloncesto de primer nivel, sino que realizó una importante labor social, abriendo las puertas de su universidad a los atletas de raza negra en plena época racial en los Estados Unidos.

Aunque siempre entrenó en la NCAA, su contribución a la NBA ha sido enorme. Por sus manos han pasado algunos grandes jugadores como el ya mencionado Michael Jordan, Sam Perkins o James Worthy, y jugadores más actuales como Rasheed Wallace, Antawn Jamison o Vince Carter. También, a su lado, se han formado personas que luego han sido grandes entrenadores en la liga, como Larry Brown o George Karl.

Cuando se retiró, era el hombre con más victorias en la NCAA y más presencias en una Final Four, aunque como dijimos antes sólo ganó dos títulos. Uno fue en 1982, gracias a una canasta ganadora de Michael Jordan, y el otro fue en 1993 ante Michigan State y sus famosos Fab Five. Aquel fue el partido en el que un joven Chris Webber pidió tiempo muerto cuando no tenía más y perdieron la posesión de la pelota en su última oportunidad para ganar.


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