Domantas, un nuevo Sabonis para la NBA

Domantas, un nuevo Sabonis para la NBA

Escrito por: Javi    23 marzo 2016     3 minutos

En 1995, Arvydas Sabonis aterrizó en la NBA para jugar en los Portland Trail Blazers. Después de haber dominado el baloncesto en Europa, el pívot lituano llegaba tarde a la gran liga estadounidense, y eso que había sido drafteado nada menos que nueve años antes, en 1986. Pero la situación entonces entre la URSS y los Estados Unidos no facilitaron que el jugador diera el salto entonces, y de ahí ese retraso.

Hoy los tiempos han cambiado mucho, cosa que le viene muy bien a Domantas Sabonis. De los cuatro hijos de Arvydas, tres varones y una hembra, Domantas es el que más carrera va a hacer en el mundo del baloncesto. No sólo eso, va a aterrizar en la NBA mucho más que joven que su padre y, además, tendrían que torcerse las cosas para que no mejorara la posición 24 en la que salió el nombre de su padre.

¿Significa esto que Domantas es mejor que Arvydas? La verdad es que no lo es y probablemente no lo sea nunca, aunque no tanto por demérito del heredero sino por mérito del Zar lituano. Lo que sí puede tener el hijo es una carrera NBA más prolífica que la de su padre, pues está previsto que aterrice en alguna franquicia para la temporada que entra, cuando sólo luzca en su carné de identidad 20 años.

Aunque nacido en Portland, Domantas se ha criado en la Costa del Sol, el rincón donde la familia Sabonis se estableció. Siguiendo los pasos de su hermano Tautvydas, Domantas entró a en la escuela de Los Guindos y luego pasó a formar parte de los escalafones inferiores del Unicaja Málaga. Sus destacadas actuaciones, también en las inferiores de la selección de Lituania, le abrieron las puertas del primer equipo malagueño.

De la mano de Joan Plaza, Domantas Sabonis debutaba con el primer equipo de Unicaja con apenas 16 años, y con 17 ya formaba parte de la primera plantilla, de pleno derecho aunque sin contrato profesional. Al término de la temporada, los de Málaga le ponen sobre la mesa una oferta para tres temporadas, pero el joven chico ya tiene en mente jugar en la NBA como su padre y para ello toma la decisión de abandonar Europa y enrolarse en una universidad de los Estados Unidos.

En el entorno universitario no están bien vistos jugadores que ya han jugado con profesionales, pero el joven lituano encuentra acomodo sin problemas en la Universidad de Gonzaga, desde donde dio el salto John Stockton. Los Bulldogs no son uno de los equipos de más prestigio en la NCAA, pero son un equipo fijo en el March Madness desde hace muchos años y un buen destino para seguir potenciando las virtudes que todos ven en él.

Sin más presión que la que soporta al lucir el apellido que luce, el joven Sabonis progresa adecuadamente. En su primer año, sus números son los de un jugador que se está adaptando a una nueva vida, pero en el segundo año ya se ha echado el peso de Gonzaga a la espalda. Termina la temporada con una media de 17 puntos y 10 rebotes por encuentro y liderando a un equipo que, pese a las dificultades, consigue hueco en la fase final del torneo universitario.

Los mock drafts más famosos colocan a Domantas Sabonis en la primera ronda y alguno hasta se aventura, de forma exagerada, a colocarlo entre la diez primeras elecciones, viendo que su rendimiento en los últimos encuentros ha sido bastante notable. Salga donde salga, lo que está claro es que pronto volverá a haber un Sabonis bailando en la pintura de las canchas de la NBA.


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