Ferrari amenaza con dejar la F1 si se aprueban los motores únicos

Ferrari amenaza con dejar la F1 si se aprueban los motores únicos

Escrito por: Fernando    28 octubre 2008     2 minutos

La Fórmula 1, ese gran circo rodeado de glamour en el que siempre se han invertido asombrosas cantidades de dinero, también debe adaptarse a los tiempos crisis. Desde hace varios años, los equipos de la máxima competición del automovilísmo han gastado más de lo que han generado, así que la FIA se ha tenido que poner en marcha para intentar encontrar medidas que abaraten los costes de la competición.

Entre estas medidas, hay una que está siendo especialmente polémica, y es la de la utilización de un motor y caja de cambios únicos por parte de todas las escuderías. Varías de las escuderías punteras como Ferrari, Mercedes o BMW ya habían mostrado su disconformidad con la medida, pero ha sido Ferrari el equipo que más ha alzado la voz, indicando a través de un comunicado que podría dejar de participar en la Fórmula 1 si estas medidas siguen adelante.


Con la congelación de los motores, uno de los principales alicientes de la F1 como es el de la investigación en tecnología empezaría a perder fuerza. Las grandes escuderías dejarían de invertir dinero en intentar mejorar esas valiosas décimas que deciden carreras, y toda la investigación que finalmente se aplica a los coches de calle se vería disminuida. Sin duda, se disminuirían costes. Quizás una igualdad tecnológica incrementaría el aliciente de las carreras y los pilotos ganarían protagonismo, ya que en su habilidad residiría gran parte de sus opciones en carrera. Sin embargo, puede que a las grandes marcas esto no le interese.

¿Os imagináis una Fórmula 1 sin los coches rojos sobre la pista? Para mi es difícil de imaginar. Quizás con el comunicado se intente meter presión a la FIA para que al menos estudie medidas diferentes o se aplace el cumplimiento de las mismas. En los próximos meses se seguirá hablando del tema, pero cuesta creer que Ferrari no esté el año que viene en la línea de salida.

Vía | El País


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