Estos días, la prensa habla de un jugador como posible fichaje del Real Madrid: Vinicius Junior. El conjunto blanco habría acelerado los pasos para finiquitar el fichaje de este futbolista brasileño que pertenece al Flamengo, en una operación que se antoja millonaria según apuntan todas las fuentes, con tal de ganar la carrera por hacerse con los servicios de la última gran perla brasileña.
El fútbol es uno de los deportes que más historia acarrea tras de sí. Una historia cargada de momentos únicos e inigualables, a cada cual más peculiar, emotivo y espectacular que el resto. Podríamos detenernos en todos y cada uno de ellos, pero vamos a centrarnos en uno en especial: el ‘Maracanazo’.
Entre el 23 de febrero y el 19 de marzo se ha estado disputando en Chile la edición de 2017 del Sudamericano sub 17. En la edición número diecisiete de este torneo de fútbol, el mejor equipo y además campeón ha sido Brasil, con una generación plagada de jóvenes talentos en los que hay puestas muchas ilusiones.
Si había un oro que Brasil esperaba llevarse, ese era el de fútbol. El país que más Mundiales ha ganado no había alcanzado jamás la gloria olímpica y los Juegos de Río 2016 se antojaban el escenario perfecto para ello. Aunque enfrente estaba Alemania y con él los fantasmas de un 7-1 no muy lejano, Maracaná terminó siendo una fiesta.
A la liga brasileña, la Serie A, de este año 2015 le restan todavía tres jornadas para su conclusión, pero pese a eso ya tiene campeón: Corinthians. El equipo paulista ya ha conseguido la renta suficiente (12 puntos con 9 en juego) sobre el que ha sido su máximo rival en esta liga, el Atlético Mineiro, por lo que ya pudo celebrar matemáticamente el título.
Por la lesión de Luiz Gustavo, el seleccionador brasileño Dunga se vio obligado a llamar a un futbolista a última hora. El técnico eligió a Frederico Rodrigues, conocido simplemente como Fred, joven centrocampista de tan sólo 22 años y que juega en el Shakthar Donetsk. Nadie podía imaginar por aquel entonces que este futbolista iba a convertirse en uno de los protagonistas de la Copa América 2015, eso sí, días después de que finalizase.
El 16 de julio de 1950 el país de Brasil se preparaba para celebrar su primer Mundial. A la selección, que por entonces vestía de blanco, le bastaba con un empate para consagrarse como campeona de aquel torneo que además lo jugaba como anfitrión. Así pues, Maracaná estaba de bote en bote para el encuentro decisivo de aquella liguilla final, con Uruguay como rival.
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