Cuando el Giro de Italia 2013 terminó en Brescia, de todos los ciclistas que se bajaron de la bicicleta al llegar a meta hubo uno que lo hizo para no volver a subirse a ella, en lo que la práctica profesional se refiere claro está. Se trata de Stefano Garzelli, veterano ciclista italiano que precisamente era uno de los cuatro ganadores del Giro que participaban en esta última edición de la corsa italiana.
Cuando David Arroyo (Caisse d'Epargne) se hizo con la maglia rosa, su intención era mantenerla el máximo tiempo posible con la mente puesta en las jornadas de alta montaña que restan en esta última semana, en las que, pese a no defenderse mal, no iba a poder estar con los hombres realmente fuertes. Hoy, tras la cronoescalada al Plan de Corones, el talaverano ha conseguido defender su primera posición y por tanto disfrutará vestido de rosa al menos un día más.
Pese a coincidir con la París-Niza, la cuadragésimo quinta edición de la Tirreno-Adriático, la carrera ciclista que une los dos mares que flanquean la Península Itálica, ha contado con la presencia de corredores importantes como Cadel Evans (BMC), campeón del mundo en ruta, los sprinters Tyler Farrar (Garmiin) o Edvald Boasson Hagen Sky), o los italianos Vincenzo Nibali (Liquigas), Michele Scarponi (Androni Giocattoli) o Stefano Garzelli (Acqua & Sapone).
El italiano Michele Scarponi (Diquigiovanni-Androni) se ha impuesto en la 44ª edición de la clásica por etapas Tirreno-Adriatico. El ciclista consigue el triunfo más importante de su carrera, tras volver a la carretera tras año y medio sancionado al verse implicado en el escandalo de dopaje de la Operación Puerto.
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