La selección sub 17 de España ya es semifinalista del Mundial tras superar ayer a Uruguay y salir viva de un partido loco con dos penalties favorables a España, un expulsado en cada bando, seis goles y uno de ellos fantasma, una prórroga sin ninguno de ellos y una tanda definitiva de lanzamientos de pena máxima de la que salió airoso el equipo que dirige Ginés Meléndez.
Maradona no es un entrenador, es un hincha, y como tal vivió desde el banquillo la histórica victoria de Argentina en el Estadio Centenario de Montevideo. Al Pelusa le salió todo bien, porque Argentina jugó horrible, pero Uruguay hizo lo mismo, y dentro del desatino, el argentino Bolatti pilló un balón suelto en el área charrúa y la empujó a gol. Además, el resultado en Chile también le fue favorable siempre.
La Argentina de Maradona salva su primer match ball con sufrimiento, con polémica y tras un final agónico bajo la intensa lluvia que azotó Buenos Aires. Y lo hizo tras mostrarse incapaz de crear peligro durante la primera mitad ante la débil Perú y con muchas dudas. Tuvo que ser el Pipita Higuaín, el olvidado en todas las convocatorias, quien estrenara el marcador en su debut con la albiceste a los 2 minutos de la reanudación, pero lo peor y lo mejor estaba aún por llegar.
El palentino Sergio Asenjo es considerado como uno de los mejores porteros de España a sus 20 años de edad, y todos coinciden en que tiene potencial para ser de los mejores del mundo. No en vano su trayectoria en el Valladolid, donde ha pasado del filial a titular del primer equipo en apenas un año, y su continuidad en las categorías inferiores de la selección española así lo confirman. Por eso el Atlético de Madrid ha echado el resto por hacerse con sus servicios.
La selección de Brasil está muy cerca de asegurar su clasificación para el Mundial. La canarinha es líder de la CONMEBOL con 27 puntos gracias a un trabajado triunfo ante Paraguay, que se queda tercera de grupo con 24 puntos.. Tras un tanto en propia meta del centrocampista Elano, Brasil dio la vuelta al marcador con tantos de Robinho, al borde del descanso, y con otro de Nilmar, la joven estrella brasileña que debutaba en el partido como internacional.
Si en la selección de Brasil quien más brilla es el portero, es que algo no va bien. Y eso mismo pasó en la madrugada de ayer en el Estadio de Atahualpa, donde Ecuador recibió a la poderosa Brasil y mereció mucho más que el empate final, si no hubiera tenido el guardameta del Inter, Julio Cesar, una gran noche, y la delantera ecuatoriana tuviera más pegada.
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