Chris Bosh tuvo que dejar temporalmente el baloncesto durante la temporada 2014-2015, después de que se le detectaran unos coágulos de sangre en el pulmón. Para la temporada siguiente, el ala pívot dalasita pudo volver a las canchas y parecía completamente recuperado, pero igualmente su temporada se truncó a la mitad por un problema nuevamente con cóagulos.
Decíamos que las eliminatorias de primera ronda en la Conferencia Este se presentaban muy igualadas y no anduvimos nada desencaminados, porque dos de ellas no se resolvieron hasta el séptimo partido. Fueron las series entre los Heat y los Hornets y los Raptors y los Pacers, que conformaban la otra semifinal de conferencia.
El gran proyecto que empezaron los Nets poco tiempo atrás no sólo nunca cuajó, sino que se ha ido desmoronando poco a poco. De los grandes jugadores que en su día llegaron a la franquicia para llevarla al anillo ya no queda ninguno, siendo el último en salir Joe Johnson (y por la puerta de atrás igual que lo hicieron Deron, Pierce o Garnett).
El tradeline se aproxima. Es decir, estamos a pocos días de que se cumpla la fecha límite que tienen los equipos NBA para hacer traspasos. Tras el All Star 2016, se esperan bastantes movimientos acorde a los rumores que se levantaron durante el fin de semana en Toronto, aunque de momento sólo se han confirmado dos traspasos que vamos reseñar a continuación.
Los Grizzlies han comenzado muy mal la temporada. En contraste con el año pasado, cuando firmaron el mejor arranque de la historia de la franquicia, este año sólo han ganado tres encuentros de los nueve primeros partidos, sufriendo además derrotas muy duras, por sonoras palizas ante equipos como los Cavs o los Warriors.
Ya hemos visto como se presenta la temporada NBA para los equipos de la División Central y de la División Atlántico, así que para terminar el repaso a la Conferencia Este vamos con la División Sureste. En esta división están los Atlanta Hawks, el equipo que consiguió el año pasado la mejor marca de la conferencia, además de los Miami Heat, los Washington Wizards, los Charlote Hornets y los Orlando Magic.
La NBA es el lugar perfecto para que jugadores sin currículum y totalmente desconocidos se conviertan en estrellas, prácticamente de la noche a la mañana. Son irrupciones que se dan cada año y que no tienen mucho recorrido, pero que siempre despiertan ilusión y generan muchos titulares en los medios. En los últimos días, hemos visto a dos jugadores que encajan en este perfil.
El Big Three se rompió. La decisión de LeBron James de volver a los Cleveland Cavaliers, el equipo de su tierra y el equipo en el que jugó sus primeros años como jugador profesional, rompió completamente los esquemas de Pat Riley para sus Miami Heat, que muy probablemente no imaginaba la marcha de su jugador franquicia, no al menos en este momento, pues todos sabíamos que el deseo de LeBron era, tarde o temprano, volver a Ohio.
La noticia bomba de lo que llevamos de mercado de agentes libres en la NBA es que LeBron James se declara agente libre, valga la redundancia. El jugador de los Miami Heat tenía una opción para extender su contrato con el equipo durante una temporada más, pero según su agente ha decidido no utilizar esa player option, por lo que a partir de ya podrá negociar con quien le plazca.
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