El traspaso más sonado en este febrero de 2010 fue sin duda el que llevó a Antawn Jamison a los Cavs. En él se incluía, por motivos de salario, a "Z" como es apodado Ilgauskas en América enviado a los Wizards. Sin embargo la operación tenía visos de salir aún más beneficiosa para los Cavs, ya que seguramente Z rescindiría su contrato.
El calvario de Sergio Rodríguez puede estar llegando a su fin. Se ha confirmado el traspaso a tres bandas que llevará al jugador canario, que ha participado poquísimo últimamente en su equipo pese a los buenos números que suele arrojar cada vez que juega, a New York Knicks junto con Tracy McGrady y que aterriza a Landry en Sacramento y a Kevin Martin en Houston.
La fecha límite para realizar traspasos en la NBA está llegando a su fin, por lo que los rumores no sólo se disparan en las últimas horas, sino que los General Managers que buscan un traspaso se vuelven locos y entonces, nos vuelven locos a nosotros con traspasos como el que ahora nos ocupa, en el que tres equipos se han visto implicados: Wizards, Cavaliers y Clippers.
Tras las lesiones de sus pivots, Greg Oden y Joel Przbylla, Portland Trail Blazers necesitaban con urgencia un center, y aunque si bien han cubierto buena parte de la temporada sin él, no se concibe la idea de jugar los partidos importantes y los playoffs sin un hombre de altura. Por eso, han buscado opciones en estos últimos días antes del límite de traspaso y se han reforzado con Marcus Camby.
Durante la celebración del All Star Weekend en Dallas, Mark Cuban, el dicharachero propiaterio de los Mavericks, ha negociado y llevado a cabo un macrotraspaso con los Washington Wizards, un intercambio en el que se han visto implicados siete jugadores y que transforma ambas plantillas, elevando a la categoría de favorita a la franquicia de Dallas si todo les sale como esperan que salga.
En la NBA, los equipos juegan con los jugadores a la hora de hacer traspasos teniendo en cuenta sus contratos dentro de unos máximos que se conocen como límite salarial. Sin entrar en pormenores, el equipo que rebasa ese límite, amén de pagar un impuesto de lujo, no puede incorporar jugadores, salvo excepciones, a no ser que intercambie piezas con otro equipo y los millones de dólares en contratos puestos sobre la mesa cuadren para los dos conjuntos.
El alero Stephen Jackson se había llevado todo el verano pasado y todo lo que llevamos de temporada intentando forzar su salida de Golden State Warriors para encajar en un equipo con aspiraciones. Prácticamente el deseo era el mismo que el que tenía Raja Bell, alero de los Charlotte Bobcats. Dos veteranos de la liga que querían sentirse importantes y, porqué no, aspirar a un anillo.
Los Toronto Raptors siguen moviéndose agresivamente en el mercado de fichajes para intentar conseguir una plantilla competitiva de cara al próximo año, año crucial en la franquicia donde Chris Bosh se convertirá en agente libre. Tras las incorporaciones de Turkoglu, Belinelli y Reggie Evans, todos movimientos interesantes, y la elección de DeMar DeRozan junto con firmar a Jarret Jack como base suplente hacen del equipo canadiense un gran aspirante en la conferencia Este.
No nos hartamos de hacer notar las diferencias entre la NBA y la LFP. Sin duda son notables, y en la mayoría de los casos prefiero la gestión de la NBA a la de la liga española, pero en este caso me toca disentir. El sentimiento de propiedad que tienen en América de cada jugador por parte del club es absoluto, y pueden hacer con él lo que quieran. Bien es cierto que han firmado un contrato, pero de ahí a que no pinten nada en su futuro hay un camino.
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